–Señora, señora, que no encuentro el pene!
–Quèeeeee?
–Sí, el pene, que no lo encuentro por ningún sitio.
–El «pene» has dit, Marcela?
–Sí. Eso, cómo se dice? El plumero, he perdido el plumero y no sé dónde lo he dejado.
–Ahhh, el plomall! Em penso que l’he vist damunt de la tauleta del menjador. (més…)